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Viaje en barco… ¡con bebé!
En el post Galiza. It´s different de hace unos meses os contamos cómo le prometimos a Antón llevarle a conocer las islas que dan origen a su nombre y al de su hermano Simón. Lo prometido es deuda, así que este verano nos ha tocado llevarles a visitar las Islas de San Simón y San Antón.
Y es que con el verano llega la época del año en la que más se viaja. Normalmente un placer merecido, aunque a veces con niños puede aparecer el inconveniente de tener que cargar con más equipaje del deseado.
Por suerte la tecnología avanza que es una barbaridad y ahora ya existen sillas ligeras que podemos llevar a cualquier parte. Un buen ejemplo es la nueva Silla de paseo KARIBÚ de Nanetty: una de las sillas que más pliegan del mercado. Ha sido diseñada para que plegada quede tan pequeña que pueda entrar en la cabina de cualquier avión sin necesidad de facturarla.
Evidentemente, con un plegado tan compacto, las posibilidades de esta silla de paseo no sólo se aprovechan para viajar en avión, si no que nos facilita mucho la vida a la hora de meterla dentro del maletero del coche, autobús, tren, etc. Sin duda, no tiene comparación con tener que cargar con los pesados y aparatosos cochecitos de bebé, ya que pesa la mitad y ocupa la mitad que un carro tradicional.
A pesar de las claras ventajas que ya presenta el transporte de la Karibú en la vida diaria, en MI MAMI ES LISTA sabéis que nos gusta poner a prueba al máximo todos los artículos que vendemos. Así que nos la hemos llevado a una interesantísima excursión a nuestra hermosa ría de Vigo: la visita guiada a la Isla de San Simón.
Sin duda una prueba de fuego, porque no era un viaje que requiera simplemente meter la silla en el maletero del coche, si no que después tocaba poderla subir a bordo por la estrecha pasarela del puerto y guardarla en el pequeño barco que nos lleva a la isla.
Pero, para lo que con otras sillitas de paseo sería un impedimento, para la nueva Karibú es coser y cantar. Gracias a ella, pudimos llevar a nuestro pequeño Simón a la excursión sin problema y disfrutar de él toda la tarde. Además, esta silla ligera cuenta con otros dos prácticos extras: reclinado completo del respaldo y reposapiés, así como suspensión en las ruedas. Algo sumamente útil para poder llevar al bebe dormidito mientras la guía nos iba explicando la dilatada historia de la isla. Eso sin contar que, donde el suelo se volvía molestamente pedregoso o adoquinado, las ruedas con amortiguación permitían seguir paseando con la silla cómodamente sin que los baches despertasen a nuestro bebito.
Lo mejor de todo la ilusión de Antón al cruzar de una isla a otra a través del puente que las une: “Ahora estoy en Antón!! Ahora estoy en Simón!!”, gritaba mientras correteaba de un lado a otro durante un buen rato.
Estamos alucinados con el diseño de la silla ligera Karibú: debajo de una silla bonita, se esconde un plegado y prestaciones muy superiores a las sillas de paseo anteriores. ¡Sólo resta darle las gracias por permitirnos disfrutar de un viaje que de otra forma habría estado vetado para nuestros peques!
Y por supuesto, os recomendamos la excursión a las maravillosas islas de nuestra ría, con o sin niños. Tesoros de visita obligada que a veces por su cercanía nos pasan desapercibidos.
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